Todo el estrés diario, ya sea por la escuela, el trabajo o la casa, nos impide dormir con profunda relajación, debido a que nuestro cerebro sigue trabajando en esos asuntos que nos aturden; pero si lo ayudamos un poco con estos ejercicios, seguro podremos descansar mejor.
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Cena ligero
Procura no cenar mucho antes de dormir, al cenar mucho, tu cuerpo estará distraído y muy activo con la digestión, y no podrá descansar adecuadamente, aunque tú sientas que te duermes rápido.
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Hazte un masaje
Presiona las yemas de los dedos en tu cuero cabelludo, desde la frente hacia la nuca. Esto te llevará unos cinco o diez minutos y ya estarás más que relajado. Prueba con esta arañita masajeadora, y te sentirás relajado al instante, ¡es delicioso!
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Música tranquila
Pon una música tranquila, instrumental, de esa que se usa en las clases de meditación o de yoga, de estilo hindú, budista o chino. También puedes oír música clásica. Existen también melodías que recuerdan ciertos sonidos de la naturaleza, como el piar de los pájaros, la cascada de un río, o la lluvia al golpear en la ventana.
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Respira profundo
Antes de ir a dormir, siéntate bien derecho en el borde de la cama, la espalda recta y los hombros ligeramente hacia atrás. Respira hondo por la nariz (puedes cerrar los ojos para relajarte más), despacio, tres veces. Imagina que estás eliminando tensiones, estrés y preocupaciones.
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Mueve pies y manos
En la misma posición, empieza a mover los pies hacia arriba y hacia abajo, hacia los costados, haciendo círculos con los tobillos, etcétera. Haz lo mismo con las manos y muñecas, y te irás a la cama feliz y relajado… y dormirás como un angelito.
Ahora sí, no más pretextos para no despertar con toda la energía.