En muchas ocasiones, en este espacio, alabamos y resaltamos el ejemplo de lo más sobresaliente y de lo mejor que puede existir en este mundo. Situaciones que te asombran, que pueden servir de ejemplo para la sociedad y que, inclusive, son marcas que quedan para la historia.
Y porque todo tiene dos versiones, en esta ocasión hablaremos de la parte negativa, de aquellas actitudes de las personas que son tan pasivas, que dan ganas de ir con ellas y darles un sape, agitarlos, hacer lo que sea para que se activen, y dejen de ser una escoria de la sociedad.
¿Quieres conocer algunos hábitos que todo parásito sigue? Aquí los presentamos con nuestro Top 5:
1. Saben cocinar… con ayuda del microondas
Una cámara fotográfica tiene todas las herramientas para desarrollarte como un profesional, pero desde que llegaron los smartphones al mundo, solo basta con oprimir un botón y el aparato hace el resto, para entregarte una imagen sin hacer esfuerzo.
Esta analogía podría funcionar con aquellos que quieren comer, pero no quieren cocinar, un parásito de la cocina evita comprar alimentos, prepararlos y dedicar tiempo en revisar que no se quemen o se echen a perder; mejor compra el producto, lo mete al horno de microondas, y ¡listo! O peor aún, esperan a que su compañero prepare la comida, para que en el momento menos esperado, atacar y devorar todo. Este parásito no solo acaba la comida, también acaba con la economía.
2. Su cuarto es una fortaleza… de ropa tirada
No hay nada más clásico en la casa, que tener una de las habitaciones, parecida a una zona de guerra, ropa tirada en el suelo, basura regada por el cuarto, muebles vacíos y con las puertas abiertas, y un colchón colocado en todos lados, menos en donde debe ser.
Este parásito del desorden hace enojar a aquel que, con tal de hacer un acto de buena voluntad, acomoda sus cosas y las coloca en su lugar, para que al día siguiente, nuevamente encuentre el cuarto como si no lo hubiera limpiado. Y existen algunos que toman el papel de parásito, tan en serio, que dejan la ropa sucia; un plus para sacarlos, o encerrarlos.
3. Se mueven de un lugar a otro… sobre ruedas
Expertos en el área de la medicina, indican que, para que una persona pueda tener una buena condición física, debe caminar, hasta dar 10 mil pasos al día, pero un parásito es más inteligente y cree que se puede acortar camino, de una manera diferente.
Usa su vehículo para todo, incluso para ir a la tienda de la esquina, se coloca en el lugar más cercano a la puerta para no caminar, en vez de ir por las cosas, paga o le encarga a un amigo, para que haga la tarea difícil y, si es muy necesario, hace el menor de los esfuerzos para no agitarse. De esta forma, lo único que va a conseguir es que al final termine sin utilizar los pies, cuando su fatiga lo vuelva una gran pelota.
4. Tienen iniciativa para los proyectos… que nunca acaban
Muchos de nosotros tenemos objetivos y planes en la vida, que pueden costar tiempo, dinero y esfuerzo, pero si es algo que te apasiona, no importa nada, lo cumples. Algunos fallan en el intento por alguna circunstancia, pero lo intentan de nuevo, los parásitos no son así, ellos tienen el plan perfecto, el objetivo está definido, pero nunca terminan el trabajo.
Un ejemplo fácil: el ejercicio; te levantas con todos los ánimos del mundo, pasa una semana y sientes la fatiga, pasan dos semanas y te duele todo, te llaman tus amistades para ir al antro, a las tres semanas sólo vas dos veces al gym, y comes como si no hubiera mañana; le echas la culpa al tiempo, las actividades, la falta de comodidad, y terminas abandonando la misión. Lo peor es que no acepta sus responsabilidades, siendo todos menos él, los culpables de lo que le pasa en su vida.
5. Tienen una meta en la vida… aunque no sepan cuál es
Este podría ser el peor parásito de todos, ya que es aquella persona que ve la vida pasar enfrente y no hace nada, es indiferente, no opina, no tiene una respuesta, no sabe lo que está pasando, e inclusive se llega a cuestionar: para qué vino a este mundo.
Este tipo de sujetos tienen como aliados el silencio, la indiferencia y la falta de compromiso en sus genes; cuando se les requiere, no aparecen, hacen las cosas sin tener algo claro y además, su desempeño puede llegar a afectar a los que se encuentran a su alrededor. Cuando una persona no sabe cuál es su rumbo, es un problema severo que debe ser atendido, a menos que sus pensamientos puedan más y termine en un camino sin salida.
Hasta aquí el recuento, con algunas características de aquellas personas que pueden ser consideradas como parásitos. Si observas a un amigo o familiar que se identifica con uno o varios de los puntos mencionados, hazle saber quién es en los comentarios, o déjanos tus sugerencias para levantarlo de este virus.