Irnos todos de vacaciones, es lo más genial que nos puede pasar en el año, por eso es horrible cuando nuestras vacaciones se ven oscurecidas con alguno de estos tipos de turistas, que hacen de nuestro viaje, un amargo recorrido. Tengan en cuenta que, si no reconocen a ninguno de estos sujetos, probablemente ustedes sean uno de ellos…
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El compañero incómodo
Un vuelo lleno es como una caja de bombones: nunca se sabe qué tipo de pasajero se sentará a tu lado. El tipo con una tos espantosa y un olor a transpiración terrible. La abuela con vejiga de pájaro, que se sienta en el asiento de la ventana, y tienes que dejarla pasar cada cinco minutos. El excesivamente platicador, o el que se estira demasiado en el asiento de atrás y se la pasa golpeando el tuyo. ¡Un infierno!
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El regateadeor
En algunos países, como el nuestro, el regateo es un ritual común, que es casi una forma de arte. Todo el mundo lo hace, pero están aquellos que de plano se exceden un poco y se la pasan negociando con una fiereza enloquecida, que no parece muy compatible con alguien que quiere un par de zuecos auténticos, tallados a mano. ¡Hasta parecen Shark Tank!
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Los aburridos
Nunca está de más enfatizar la importancia de elegir con cuidado a sus compañeros de viaje, sobre todo si de diversión se trata; al final terminamos viajando con un aburrido. Estas personas nunca quieren ver ni hacer nada, quieren pasar todo el día en la alberca del hotel y, cuando finalmente conseguimos convencerlo de ir a ese restaurante nuevo, se muestra completamente indiferente, lo que nos hace sentir esas ganas de darle un puñetazo.
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El novato sabelotodo
El novato sabelotodo, que ha investigado exhaustivamente sobre su viaje y conoce el destino como la palma de su mano. Está ansioso por contar todo, sobre la historia de los mayas, y qué van a encontrar cuando lleguen a Chichen Itza. El único problema: por lo general, estas personas suelen estar totalmente equivocadas.
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Los niños chillones
Cuando viajamos, lo que buscamos es desestresarnos, pero tal parece que los niños chiquitos no lo entienden, y nos arruinan el viaje haciendo sus berrinches y chilletas, que más que alegrarnos el viaje, lo amargan por completo.
Para todos los que planean salir de vacaciones, ya están advertidos… ¡Tomen sus precauciones!