La euforia que ha causado la aplicación del juego de realidad virtual, Pokemon Go, ha alcanzado niveles que ni los desarrolladores de dicha app se hubieran imaginado; y es que ¿quién no quisiera ser un entrenador Pokemon? Sin embargo, han sucedido cosas en torno a este juego, que nos hacen decir: ¡no inventes!
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El gimnasio del odio
En el juego existen gimnasios donde entrenas a tus pokemones, y luchas contra otros jugadores, pero la ubicación de un gimnasio, resultó ser una iglesia bautista, que se caracteriza por estar en contra de todo, por lo que no han permitido que los jugadores hagan su parada en ese sitio, y han subido una serie de videos de pokemones cantando canciones de odio y protesta, contra todo y contra todos, además de cambiarle el nombre a los pokemones como: “Dios odia a los maricas”.
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El novio infiel
Un chico fue descubierto en infidelidad, luego de capturar un pokemon en la casa de su ex novia, dejando el registro de su visita en el juego y, como era de esperarse, la novia lo cachó y lo mandó a volar con todo y juego. ¡Aguas de dónde juegan!
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El Team Rocket
Una pandilla de ladrones usaban el juego para atraer a otros jugadores a sitios solitarios, con el fin de intercambiar pokemones, los asaltaban, y todo por la euforia de conseguir más logros en el juego. Los apodaron “Team Rocket” debido a que ese es el nombre de los villanos, en la serie original.
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El cadáver
Sheila de 19 años, estaba paseando y buscando pokemones, cuando encontró uno cerca de un río, la sorpresa fue cuando también encontró un cuerpo flotando en el río. ¡Qué miedo!
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Testigo de asesinato
Alex Ramírez, conductor de Uber, decidió hacer un video en directo, sobre la aplicación, sin saber lo que estaba por sucederle, pues a la mitad del video, se percató de un asesinato, y de cómo tiraban el cuerpo en un contenedor de basura detrás de una iglesia. ¡Definitivamente encontró algo más que pokemones!
Actualmente esta aplicación es más usada en el mundo, que el mismísimo WhatsApp. ¡Todos somos niños otra vez!
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