Hace unos días algunos compañeros de trabajo estuvieron llegando tarde, y no a causa de ellos, sino que el Sistema de Transporte Colectivo (Metro), tuvo muchas fallas en la línea B que corre de Ciudad Azteca a Garibaldi, trayendo como consecuencia disturbios y un caos en estaciones como Nezahualcoyotl, Villa de Aragón y algunas otras en donde prácticamente no se podía abordar.
Miles de usuarios resultaron afectados por un retraso mayor a las tres horas durante el transcurso de la mañana del 30 de septiembre, entre los más afectados resultaron los usuarios de Neza y Ecatepec debido a las fallas presentadas por el servicio.
No es nada gracioso que te suban la tarifa a 5 pesos y de repente deje de funcionar más de la mitad de una línea o te quedes varado durante tres horas por las fallas e ineficiencias del metro. Trenes parados en su totalidad, empujones, gritos de desesperación, alguno que otro violento y más fueron el resultado de tal situación.
Con tal de subir hubo personas que se brincaban por las ventanas, esto no es de hoy ni de una semana, es un problema que aqueja al transporte de la Ciudad de México y no han dado solución a pesar de subir tarifas. Preocupante resultan este tipo de cuestiones, dónde está ese dinero, quién se lo queda, qué se hace con él, mientras no se respondan estas preguntas la precariedad del Metro seguirá en aumento, aunado al descontento social.