Recientemente se llevaron a cabo las Jornadas Hacer México, un esfuerzo del Instituto de la Mexicanidad por agrupar propuestas específicas en temas de igualdad, derechos humanos, justicia, transparencia, educación, ciencia y salud.
Igualdad en las comunicaciones
Durante las jornadas se analizó el derecho a la información y a la comunicación que tienen todos los mexicanos, concluyendo que es necesario reformar la ley para que más personas tengan acceso, específicamente los pueblos indígenas que hasta ahora están limitados en temas de telecomunicaciones.
Dejar de normalizar la corrupción
Una de las discusiones que tuvo mayor eco en el evento fue aquella en donde se habló el tema de la corrupción. En resumen, el problema encontrado fue que los mexicanos han normalizado la corrupción y la falta de transparencia, primero viéndola en las altas esferas políticas y más tarde aterrizándola en sus actividades de la vida diaria.
La conclusión a la que llegaron los panelistas es que habría que desarraigar la corrupción de la cultura mexicana, evitar que parezca normal y educar a los mexicanos para que sean transparentes en todas sus acciones.
Educación para el progreso
Otro de los temas más socorridos durante las jornadas fue el de la educación. En un análisis de la situación nacional, los panelistas concluyeron que una buena parte de los problemas del país se originaron en una educación deficiente, falta de valores nacionales y ausencia de amor por la cultura mexicana.
En la medida en que los mexicanos se eduquen en amor y respeto por su país, entonces se generará un verdadero interés por el crecimiento y el desarrollo de todos los que aquí viven.
Fomento a la salud
El cáncer, la diabetes, la hipertensión y la obesidad son epidemias que están atacando a millones de mexicanos, sin que hasta el momento exista un protocolo para detenerlas.
Ausencia de educación, pero también de calidad de vida para las mexicanos, han ocasionado todas estas enfermedades que además cuestan dinero al erario público.
¿Qué identifica a los mexicanos?
En torno a estas jornadas también se discutió la identidad del mexicano, con el objetivo de definir qué es lo que nos hace pertenecer a este país y poseer esta cultura.
La conclusión fue que era necesario abrazar la cultura mexicana desde la esencia de los antepasados, pero dejando atrás vicios y carencias que ya no estaban acorde a los tiempos modernos y las exigencias del mundo real.
La frontera no es sólo la puerta de salida
La frontera norte de México no es solamente el lugar por donde miles de migrantes huyen cada año para buscar una vida mejor. Sobre todo en la última década se ha convertido en un factor de cohesión social, donde grupos humanos enteros se están agrupando, formando una nueva cultura y formas de vida biculturales.
La migración, más que ser un problema, hoy es una forma de transformación, de intercambio cultural y el camino hacia la creación de un país distinto.
Mexicanidad sin fanatismo
Uno de los grandes problemas en el país es que los mexicanos solamente están orgullosos del país cuando se encuentran con temas como el fútbol o están influenciados por el alcohol. Si hablamos de hechos o personajes históricos, o incluso en términos de arte, muy pocos mexicanos reconocen lo que aquí se ha hecho.
Para construir una mexicanidad habría que abrazar el nacionalismo desde una perspectiva certera, real, sin fanatismo y con conciencia de qué es lo que estamos defendiendo y por qué.
Reconocer la diversidad
México es rico porque es diverso y en esa misma medida tendría que ser reconocido por sus habitantes. Gran parte del problema estudiado durante las jornadas versó en torno a cómo los mexicanos no son capaces de reconocer la riqueza de su país, y no en términos económicos, sino en términos de cultura, valores, historia y biodiverisdad.
La cultura mexicana es una de las más ricas y valoradas del mundo, eso aunque los mismos mexicanos no la conozcan y menos aún se admiren de ella.
Regular tecnologías educativas
Por un lado la tecnología ha invadido los procesos educativos y cambiado la manera en que los estudiantes realizan sus aprendizajes. Pero por otro lado las bases del sistema educativo siguen siendo las mismas y responden a teoría educativa que tiene siglos formando ciudadanos.
Otra conclusión de estas jornadas fue que el uso de la tecnología en la educación tiene que regularse, respetarse las necesidades de aprendizaje más básicas y poner orden para que no se alteren ni salten los procesos necesarios para una formación completa.
Los mexicanos tienen la verdad en la mano
Una de las conclusiones más importantes de estas jornadas fue que los mexicanos tienen la posibilidad y la decisión de transformar al país en los próximos años.
En vistas a las elecciones de 2018, el país habrá necesariamente de cambiar la forma en que hace democracia, instituyendo procesos mucho más reales y transparentes, mismos que serán exigidos por los propios ciudadanos.